Nacho, porque así le llaman compañeros y amigos, acabó sus estudios de ITIG en la UBU y sus ansias de conocimiento le llevaron a completar sus estudios de Ingeniería en Informática en la UVA.

Comenzó en CSA como analista-programador junior y tras un paréntesis, dedicado a impartir formación, desarrolla su actividad profesional en Tecsidel, ejecutando y dirigiendo proyectos de desarrollo de software.

Siempre ha tenido una participación muy activa en asociaciones, grupos y movimientos relacionados con su profesión. Cuando comenzó su vida profesional se inscribió en la Asociación AI2 desde donde trabajó en la creación de nuestro Colegio, formando parte, actualmente, de la Junta de Gobierno de CPIICyL como Vocal Provincial del Colegio en su Burgos natal, desde donde trata de potenciar o participar en la generación de actividad local: DevBurgos, BetaBeers, Iniciador, TechDay60… interesantes iniciativas que habrían sido inimaginables hace una década.

Convencido de la utilización de metodologías ágiles y de los principios del Agile Manifiesto, logra ponerlos en práctica e inducir a otros a hacerlo, por el buen resultado de los proyectos.

¡Y sigue programando! le sigue apasionando las arquitecturas y la programación de calidad, porque como él dice, en nuestro sector “hay que ser cocinero a la vez que fraile”

Nacho, porque así le llaman compañeros y amigos, acabó sus estudios de ITIG en la UBU y sus ansias de conocimiento le llevaron a completar sus estudios de Ingeniería en Informática en la UVA.

Comenzó en CSA como analista-programador junior y tras un paréntesis, dedicado a impartir formación, desarrolla su actividad profesional en Tecsidel, ejecutando y dirigiendo proyectos de desarrollo de software.

Siempre ha tenido una participación muy activa en asociaciones, grupos y movimientos relacionados con su profesión. Cuando comenzó su vida profesional se inscribió en la Asociación AI2 desde donde trabajó en la creación de nuestro Colegio, formando parte, actualmente, de la Junta de Gobierno de CPIICyL como Vocal Provincial del Colegio en su Burgos natal, desde donde trata de potenciar o participar en la generación de actividad local: DevBurgos, BetaBeers, Iniciador, TechDay60… interesantes iniciativas que habrían sido inimaginables hace una década.

Convencido de la utilización de metodologías ágiles y de los principios del Agile Manifiesto, logra ponerlos en práctica e inducir a otros a hacerlo, por el buen resultado de los proyectos.

¡Y sigue programando! le sigue apasionando las arquitecturas y la programación de calidad, porque como él dice, en nuestro sector “hay que ser cocinero a la vez que fraile”

Cuéntanos un poco tu trayectoria tanto en tu trabajo como en el colegio…

Cuando acabé mis estudios de ITIG en la 1ª promoción en la UBU, me quedé con ansias de conocimiento, y completé mis estudios de Ingeniería en Informática en la UVA.

Me inscribí en la asociación AI2 cuando comencé mi vida profesional, desde la que solicitamos al legislador la creación del Colegio.

Comencé en CSA como analista-programador junior, y un  durante un periodo intermedio en el que me dediqué a impartir formación, surgió la oportunidad de colaborar en la Junta de Gobierno del Colegio, en la que participo altruistamente desde su creación.

Desde allí, Tecsidel me captó para regresar al mundo de la consultoría, en esta ocasión para ejecutar y dirigir proyectos de desarrollo de software.

Con la experiencia adquirida dirigiendo proyectos ayudé a que el centro se acreditase como CMMI-DEV-L2, y he logrado examinarme y certificarme como PMP (Project Management Professional).

Hace un par de años ocupó el cargo de Vocal Provincial del Colegio en mi Burgos natal desde donde trato de potenciar o participar en la generación de actividad local: DevBurgos, BetaBeers, Iniciador, TechDay60… son interesantes iniciativas que habrían sido inimaginables hace una década.

Y este año estamos organizando un Katayuno que es una de mis ancestrales ilusiones.
 

¿En qué consiste tu trabajo?

En lograr que proyectos de desarrollo de software en los que participo se estimen y ejecuten en tiempo y forma, cumpliendo el alcance necesario (que muchas veces no es ‘exactamente’ el planteado inicialmente) y con un nivel de calidad adecuado.

Yo sigo programando, porque creo que en nuestro sector ‘hay que ser cocinero a la vez que fraile’, y me sigue apasionando las arquitecturas y la programación de calidad.
 

¿Qué te gusta más de tu trabajo?

Soy un convencido de los principios del Agile Manifiesto, y en mi ejercicio profesional logro ponerlos en práctica e inducir a otros a hacerlo, por el buen resultado de los proyectos.

Además esta es una profesión global, y en perpetuo cambio donde sólo cabe la mejora continua, aspectos que son inherentes a mis valores.
 

¿Qué retos encuentras en tu trabajo?

Los retos técnicos están ahí y son siempre apasionantes, pero los desafiantes vienen de la comunicación con otras personas, que siempre es mucho más imperfecta y malinterpretable. Por mi rol, interactúo con todo tipo de actores: directores, compañeros, clientes, consultores, …

Y el otro gran reto es la conciliación familiar con todas mis demás pasiones; una función siempre cercana al desbordamiento.
 

¿Qué has encontrado que haga tu trabajo más fácil?

Gente con objetivos meridianamente claros, comprometidos con ellos.

Y la cantidad de recursos disponibles, que cada día son más y requieren menor inversión (software, frameworks, plataformas, documentación, sistemas colaborativos, …).