El pasado 4 de Febrero de 2013 se inauguró el Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid, una iniciativa dirigida a niños y jóvenes a partir de los 8 años. El hilo conductor de este Club es la programación de ordenadores. En el Club participan desde expertos programadores de 11 ó 12 años que se manejan con soltura en uno o dos lenguajes, hasta chavales que no habían programado nunca antes.

El pasado 4 de Febrero de 2013 se inauguró el Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid, una iniciativa dirigida a niños y jóvenes a partir de los 8 años. El hilo conductor de este Club es la programación de ordenadores. En el Club participan desde expertos programadores de 11 ó 12 años que se manejan con soltura en uno o dos lenguajes, hasta chavales que no habían programado nunca antes.

El Club quiere ser un espacio abierto donde los chicos pueden pasar las tardes de los lunes (abierto en horario de 17 a 20). Pueden venir al club a resolver dudas, a trabajar en un proyecto con un compañero o a compartir con los demás algo que han programado. Cómo participan ellos en el Club, lo deciden ellos. Los monitores acompañamos en ese proceso de aprendizaje pidiendo cada vez un poquito más: Un proyecto algo más complicado, el uso de otros programas para mejorar el aspecto gráfico, o un diseño en papel de una idea y un compromiso con ella. Nuestra filosofía es intentar acompañar a cada cual en el proceso creativo e introducir la programación como una herramienta que nos permite plasmar ideas y tomar el control del ordenador.

En particular, a los chicos que se inician en la programación, se les enseña a expresarse con el lenguaje Scratch, específicamente diseñado por el MIT con un fin didáctico. Secuencias, condiciones, bucles y eventos aparecen en los primeros programas que cualquiera de ellos puede desarrollar con pocas horas de exposición al Scratch. Aquellos que ya dominan la programación con Scratch son animados a trabajar en proyectos más ambiciosos y, llegado el momento, se les animará a realizar el salto a otro tipo de lenguajes como pueden ser Alice, AppInventor, o Python.

Creatividad, imaginación, compromiso, razonamiento abstracto, motivación, trabajo en equipo y tolerancia a la frustración son algunos de los ingredientes que desarrolla la programación de ordenadores. Ayudar a los chicos a mejorar estos aspectos es el objetivo último que perseguimos todos los que trabajamos en este Club donde, además, ¡aprenden a programar!